Decir que las nuevas tecnologías son una base fundamental de nuestra era no es producto de nuestra imaginación, es una realidad.
En los últimos años, la tecnología ha experimentado un boom que, por ahora, no tiene fin.Y éste se ha expandido por numerosos campos y áreas de nuestra sociedad, estando, por supuesto, la educación entre ellas.
Poco a poco, como alumnos, hemos ido viendo cómo el uso de ordenadores en las diferentes asignaturas iba cobrando importancia, tanto a la hora de realizar tareas o actividades en clase, como a la de realizar trabajos.
Antes, todos los trabajos que se entregaban en la escuela se realizaban a mano.Pero más recientemente, se ha visto cómo la mayoría de profesores han elegido la entrega de trabajos a ordenador. Esto es debido a la comodidad que supone este tipo de herramienta, tanto para el alumno como para el maestro. Al alumno le permite borrar y repetir tantas veces como quiera, además de ahorrar espacio a la hora de clasificarlos y guardarlos, y al profesor una lectura más clarificada y el evitar perder alguno.
Pero estas TIC no solo se encuentran en los niveles escolares avanzados, sino que también podemos encontrarlos en las propias aulas de Educación infantil.
Aunque pueda parecer extraño, los niños que han nacido en estos últimos años saben más de tecnologías que muchos adultos. Y esto se debe a su constante manejo con los aparatos tecnológicos en su día a día, tanto en el cole como en casa.
En las escuelas es cada vez más frecuente ver a los niños de cortas edades manejar estas herramientas a diario. La profesoras han integrado tanto estos elementos que ya es una rutina su uso para los mismos. Uno de los mayores ejemplos es cómo desde su primer año escolar, los niños, a lo largo de la semana, tienen varias clases de informática en las que van familiarizándose con el uso de los los ordenadores y algunos de sus programas. Además, es frecuente que haya uno en cada aula.
Otro de los elementos tecnológicos que podemos encontrar en las aulas son las pizarras digitales, que permiten al niño interactuar con las mismas y tener un conocimiento más experimental y completo que el obtenido con las pizarras tradicionales.
En las casas, por ejemplo, es cada vez más usual ver a un niño jugando con el móvil o el Ipad de los padres, manejándolos de una manera muchas veces asombrosa par su edad.
Volviendo al ámbito escolar, creo que el uso de las nuevas tecnologías es algo positivo para el niño, ya que desde edades tempranas tendrá un conocimiento y un manejo de las mismas que le será muy útil cuando crezca.
Pero este uso debe estar argumentado. Es decir, no pueden utilizarse, por ejemplo, los ordenadores cuando la profesora "no le apetezca hacer algo" o cuando no sepa qué hacer para entretener a los niños. Estas Tic deben integrarse de una manera responsable y adecuada al proyecto educativo que cada maestra sigue en su aula.
Por ello, creo que las Tic son algo positivo en las escuelas para el desarrollo y avance de nuestra sociedad, siempre y cuando se haga de una manera moderada y correcta.
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